Villa romana de Can Valls
Hace 2.000 años, con el mar a tocar del yacimiento, estas ruinas dominaban la entrada de barcos procedentes del mar Mediterráneo. Un lugar privilegiado para el comercio y la agricultura.
El yacimiento arqueológico de la Villa romana de Can Valls se encuentra sobre la vertiente marítima de la colina de Caçagats, un lugar privilegiado y bien comunicado: hacia el interior, siguiendo el transcurso del río Llobregat, y hacia el este gracias a las rutas comerciales marítimas.
Hace 2.000 años, la línea de costa se situaba unos kilómetros más hacia el interior respecto a la actual, junto a Can Valls. El actual delta del Llobregat no existía y este río desembocaba en un estuario, y en el norte de Can Valls, estas aguas debían formar una pequeña bahía.
Este antiguo estuario del río Llobregat fue utilizado en la antigüedad como puerto de anclaje, donde los barcos que se acercaban podían fondear y ser cargados y descargados. Prueba de ello son los restos que han sido localizados de diferentes naves naufragadas o abandonadas, en el llamado yacimiento de Les Sorres. Se tiene constancia de que la actividad en este puerto empezó hacia el siglo IV a.C., todavía en época íbera, y debía tener el momento álgido de actividad en la segunda mitad del l a.C., cuando habitantes de Barcino impulsaron la producción y comercialización del vino de Layetania, llegando quizá a convertirse, a finales del siglo I a.C., en su actividad económica más importante. La producción comercial de vino en el noreste de Hispania, fue especialmente intensa en la región de Layetania.
Se han encontrado diferentes elementos construidos con argamasa o mortero de cal, que acompañó a los romanos allá donde Roma llegó. Y los materiales y técnicas utilizadas, denotan el carácter gubernamental de la arquitectura, ya que siguen estrictamente los de materiales, técnicas y proporciones constructivas de los cánones de la arquitectura romana, bien descritos por Vitruvio en su obra De Architectura.
Entre los restos arquitectónicos localizados, destacan los de una cisterna inusualmente grande, que probablemente debería servir para almacenar agua. Pero también se han localizado restos de terrazas, canalizaciones y otras estructuras cuya interpretación es todavía incierta.
Las estructuras arquitectónicas visibles en Can Valls podrían, pues, corresponder a instalaciones como las que se podían encontrar en la pars rustica de una villa. Pero existen argumentos que permiten pensar que Can Valls no únicamente fue una villa. Es posible que allí existiera algún tipo de oficina portuaria o de centro de soporte logístico al anclaje romano de Les Sorres.
Las estructuras fueron utilizadas hasta nuestros días. Los restos de época romana han sido modificados por un imbricado de infraestructuras de los siglos XVII y XVIII.
Se edifica una pequeña masía (s. XVII), sobre la cisterna. Ésta podría haber sido utilizada como sótano, con una puerta abierta al oeste, y con los antiguos rebosaderos sirviendo ahora de ventanas para la iluminación del espacio.
En una segunda fase, el espacio fue adaptado (coincidiendo con el boom del cultivo del viñedo de los siglos XVIII y XIX) como bodega.
Se abrió un buje en la pared norte (que conecta directamente con un cubo). También se podrían haber ampliado los rebosaderos del muro para hacer ventanas. La puerta al oeste fue tapiada, dejando apenas una pequeña ventana con reja metálica. Se abrió una pequeña cavidad en el muro de montaña que se puede ver claramente (quizás utilizada de hornillo). Pero de todos los elementos añadidos, destacamos unas dos puertas más en el muro que da a mar, y que a la larga debilitaron la estructura hasta derribarla.
En 2018, fue posible empezar a consolidar y restaurar las estructuras arquitectónicas conocidas del yacimiento, que se habían conservado en un estado más precario y que se veían más amenazadas. De forma simultánea, se realizaron excavaciones arqueológicas que resultaban imprescindibles para poder hacerlo.
El objetivo prioritario de estos trabajos fue, lógicamente, la cisterna romana; pero sin hacer desaparecer las transformaciones posteriores, a no ser que lo requirieran la conservación o la correcta comprensión de la primera.
También se adecuó el espacio para que pudiera ser visitado por el público, minimizando el riesgo tanto para los visitantes como para el monumento.
Queda mucho trabajo pendiente todavía.
Información práctica
Visita guiada cada tercer domingo de mes.
Plazas limitadas. Es necesario realizar reserva en el Museo de Gavà T. 93 263 96 10
Punto de encuentro en el cruce de la Av. Juan Carlos I con la Av. 8 de marzo.
Visita guiada gratuita cada tercer domingo de mes (de octubre a junio).
Para grupos escolares y grupos organizados, póngase en contacto con el Museo de Gavà, en el teléfono 93 263 96 10.
El yacimiento está abierto al aire libre.
Consulta com llegar a la Villa romana de Can Valls por tu cuenta con Google Maps, también mediante los caminos y senderos a Natura Local o Wikiloc.
El acceso a la Villa romana de Can Valls no se encuentra adaptado y presenta cierta dificultad. Es necesario llevar calzado cómodo y agua.
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Contacto
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